Espejo roto
superstición absurda
sorpresa clara.
Tu pelo gris
vejez involuntaria
de la vida es.
El perro calla
lo que los hombres dicen
sobre ellos mismos.
Las tentaciones
placentera viveza
que saboreo.
Cariño, madre,
si tú no me acaricias,
mis manos arden.
Si tú no estás
la eternidad y vida
no existen más.
Una cascada,
se acumulan las olas
bajo las aguas.
Soy yo por fin
el que besa tu boca
el pintalabios.
El cocodrilo
piel con la que se viste
el incompleto.
Al moribundo
se le acercan las ánimas
del purgatorio.
Tu ser, mi ser,
dos almas bendecidas
que se enamoran.
Nieve en los campos
muñecos abrigados
niños jugando.
Te llevo flores
tú las hueles despacio
son mis quereres.
Le confesamos
los pecados al cura
luego rezamos.
Una mirada
tan sólo tu mirada
me llena el alma.
Las margaritas
sollozan por la ausencia
de tu mirada.
superstición absurda
sorpresa clara.
Tu pelo gris
vejez involuntaria
de la vida es.
El perro calla
lo que los hombres dicen
sobre ellos mismos.
Las tentaciones
placentera viveza
que saboreo.
Cariño, madre,
si tú no me acaricias,
mis manos arden.
Si tú no estás
la eternidad y vida
no existen más.
Una cascada,
se acumulan las olas
bajo las aguas.
Soy yo por fin
el que besa tu boca
el pintalabios.
El cocodrilo
piel con la que se viste
el incompleto.
Al moribundo
se le acercan las ánimas
del purgatorio.
Tu ser, mi ser,
dos almas bendecidas
que se enamoran.
Nieve en los campos
muñecos abrigados
niños jugando.
Te llevo flores
tú las hueles despacio
son mis quereres.
Le confesamos
los pecados al cura
luego rezamos.
Una mirada
tan sólo tu mirada
me llena el alma.
Las margaritas
sollozan por la ausencia
de tu mirada.
En la arboleda
jugamos a ser dos
enamorados.
Mi amor eterno
yace callado y frío,
bajo la tierra.
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