No sacies tu boca hambrienta
con las penas del amor.
Su beso en tu mejilla
te lleno de excitación.
Mas tu ignorancia innata
en cosas del amor,
te llevó aparentar, que sentías gran pasión.
Él se refugiaba,
en palabras que no tenían explicación,
y tú como una cautiva
presa en su corazón.
Así empezasteis un día
en el camino del amor,
y hoy sois dos amantes
que han perdido la razón.
con las penas del amor.
Su beso en tu mejilla
te lleno de excitación.
Mas tu ignorancia innata
en cosas del amor,
te llevó aparentar, que sentías gran pasión.
Él se refugiaba,
en palabras que no tenían explicación,
y tú como una cautiva
presa en su corazón.
Así empezasteis un día
en el camino del amor,
y hoy sois dos amantes
que han perdido la razón.
0 comentarios:
Publicar un comentario