Me he quedado con el beso solitario,
el beso de mi muerte.
Me has robado ese sueño,
de las flores primerizas
y mi atuendo de hojas verdes de deseo.
Mis lágrimas…
han cegado mis ojos,
¡Ya no habrá más luz para mí!
Se la llevó tu mirada.
Esa luz que danzaba entre mis dedos
y tocaba como una campana
dulcemente el cielo.
Amor…sobre tu corazón
mi mariposa abrió sus alas.
Alas tiernas como tu sonrisa,
y yo, vestida como una reina
peinaba tu pelo, tu pecho,
tu cuerpo, tu beso.
Ese beso que me dejaste
en la tumba de mi almohada.
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