Fuimos más que agua
en un mar de hojas saladas.
Fuimos más que arena
en los ojos del viento.
Fuimos aire tempranero
rozando nuestro embrujo.
Fuimos mucho más que eso.
Un enjuague de llamadas
clandestinas
y al fin …
el eterno proceso
de huir de la nada.
2 comentarios:
Sencillo y brillante, ¿se puede pedir más? Tienes sensibilidad poética, eso es lo más importante, publica más, anímate.
Un abrazo.
Muy amable, estimado amigo, Francisco, por pasar por mis versos. Te quedo reconocida. Un abrazo.
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