Me siento una polilla
con el paso del tiempo.
Abismada de carencias.
Jamás puse un pie
en el piso del horizonte
de tus ojos.
Jamás prolongué
en una celda de castigo
la indulgente palabra.
A veces la historia
nace del revés.
Se mortifica y juega
a ser un ovillo
en el zarzal del gusano.
0 comentarios:
Publicar un comentario